Un informe precisó que el aumento será del 0,6%, el PBI cederá el 1% y la inflación sería de 30%. “Argentina deberá en 2019, pese a los efectos recesivos en un año electoral, seguir corrigiendo sus desequilibrios externo, fiscal y monetario”, detalla.
El BBVA pronosticó que este año la economía local crecerá en todos los trimestres del 2019 en torno del 0,6% pero por efecto arrastre del resultado de 2018, el PBI cedera el 1% mientras que preve una inflación de 30%, y que las tasas de Leliq para fin de año se ubicarían en torno del 35%.
Las estimaciones ubican al dólar dentro de la banda, “siempre más bien cerca del piso. En mayo o junio vuelve la volatilidad” producto de la previa del clima electoral, indicó Marcos Dal Bianco, economista principal de BBVA Research Argentina.
Las previsiones no incluyen necesidades de financiamiento para el 2019, con excepción de la renovación de Letes tanto en pesos como en dolares. “Esperamos poca demanda de bonos argentinos este año. El Gobierno solo necesita renovar el 46% de las letes”, agregó Dal Bianco.
El escenario cambia para el 2020 donde pronostican una necesidad de financiamiento que parte de una base de US$ 5.000 millones y que en el mayor de los casos puede alcanzar los US$ 10.000 millones, “siempre bajo el paraguas del FMI”, apunto el economista.
Con el escenario planteado para el 2019, le “permitiría llegar a las elecciones con una actividad creciendo y la inflación bajando, pero esto no implica que la economía ayude al oficialismo ya que el nivel de PBI será menor al de 2018 y la inflación desacelera lentamente” ubicándola en 43% interanual para el momento de las PASO.
Dal Bianco indico que “el BCRA va a ser muy cauto, la expansión de la base monetaria por compra de dólares va a ser controlada y por ende la baja de tasas será suave hasta alcanzar un nivel de 35% en diciembre. “Esto implica tasas de interés reales altas”. Para el economista el actual esquema de política monetaria y la política fiscal contractivas impiden una baja más pronunciada de las tasas.
“La economía no va ser una ayuda pero tampoco va a ser un lastre” dijo en relacion al escenario electoral.
En cuanto a la economía mundial el informe prevé un crecimiento mundial en desaceleración pero aun en alza.
“Argentina deberá en 2019, pese a los efectos recesivos en un año electoral, seguir corrigiendo sus desequilibrios externo, fiscal y monetario”, concluyó el trabajo y agregó que “para 2020 la agenda del próximo gobierno implica seguir esta corrección de desequilibrios macroeconómicos” y recomendó “emprender reformas estructurales clave entre las que sobresalen las reformas del sistema de prevision social, del sistema tributario, del mercado laboral y una nueva política comercial de mayor apertura”.
“Hasta que se verifique este programa reformista revisamos a la baja el crecimiento del PBI para 2020 al 2023 a niveles cercanos al potencial (2,5%) a que la política económica se mantendrá contractiva, la inversión se recuperará lentamente, los flujos serán escasos y el crecimiento global menos dinámico”, finalizó.